domingo, 6 de enero de 2008

Cuento de Año Nuevo

El día de Año Nuevo no resultó ser tan feliz como todos esperábamos...

Por un lado, el caballero Dani y su damisela Judith fueron atacados, al marcharse del salón de baile, por unos pocos hijos del Gran Dragón. Aunque se defendieron con uñas y dientes, no pudieron evitar una lluvia de patadas y golpes. Desgraciadamente, los demás continuábamos bailando ajenos a lo que pasaba en la calle. ¿Pensáis que alguien intervino para poner orden? Pues no, ni siquiera la policía les ayudó. Ambos acabaron en el hospital comprobando que no tuvieran nada roto; afortunadamente, sólo perdura el susto, que no es poco.
Por otro lado, el Médico Lluís enfermó gravemente y comenzó a vomitar sangre. Todos nos volcamos para ayudarle y también le acompañamos al hospital. Da gusto ver cómo no sólo para las fiestas y comilonas nos unimos. Diagnóstico: una pequeña úlcera en el estómago. Nuestro gran papá Jaime se quedó una noche cuidándolo y, a la siguiente tarde, ya le dieron el alta. El pobrecito sólo puede llevar una dieta blanda estos días; aún suerte que las fiestas ya han pasado.


Y volviendo un poco al día de hoy...¡Felices Reyes! Hoy me han regalado una jirafa preciosa con réplica de papel y una planta para adornar la habitación. No ha habido roscón de Reyes pero, hoy más que nunca, siento que me ha tocado la figurita.

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